Cuando ya nada se espera personalmente exaltante
mas se palpitá y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo,ciegamente afirmando ,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades :
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades .
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada dia,
como el aire que exigimos tres veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno,
estamos tocando fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mias las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto y canto , y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Tal es mi poesía: Poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es , arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: Lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra , son actos.
Gabriel CELAYA .
LETRILLAS DE MANUEL GERENA .
YO PAGO por lo que grito,
la verdad me cuesta sangre
y pago por lo que grito;
ya nadie puede callarme;
después de lo que yo he visto,
¡ que mi voz nunca descanse !
Que se detenga un minero
en la puerta de la mina;
que se detenga un minero
y grite con valentía;
que baje y pique mi oro
el ladrón de esta partía.
Arreglao está mi pueblo
con el cantor de mentira,
arreglao está mi pueblo;
otros que pasen fatigas,
que se ponen los traidores
bien gordita la barriga.
Manuel Gerena.
Harto de pensar,
mi sangre busca justicia,
¡ que estoy harto de penar !
Como a mi grito lo asfixian
me está llamando a la guerra
esta bota que me pisa.
Que te quita,
ese patrón que tú tienes,
que te pone y que te quita;
te lleva pa los olivos
cuando se agota la mina,
¡mira quién juega contigo !
La sequía,
mare, si viene algun año,
si viniera la sequía;
aquél que siega los granos
también perderá la vía,
porque nada le dejaron .
Manuel Gerena .
Tu padre no quiere carrera,
tu padre te está enseñando
a que su látigo muevas.
Grito la liberación
pa el que sigue en sombra negra
que le queman la razon.
Yo era cantor y cantaba,
pero en mi pueblo un rey falso
la palabra me quitaba.
Manuel Gerena .
domingo, 20 de febrero de 2011
sábado, 19 de febrero de 2011
VIENTOS DEL PUEBLO
Carne de yugo , ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace como la herramienta.
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estíercol puro y vivo
de vacas, trae la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida .
Empieza sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes , fuerte ,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo dia es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente,
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Le veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De donde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
El Niño Yuntero.
MIGUEL HENANDEZ.
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace como la herramienta.
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estíercol puro y vivo
de vacas, trae la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida .
Empieza sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes , fuerte ,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo dia es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente,
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Le veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De donde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.
El Niño Yuntero.
MIGUEL HENANDEZ.
DE LA MEMORIA NACE LA ESPERANZA
Con paso firme se pasea hoy la injusticia
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza : "Todo seguirá igual."
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación:" Ahora es cuando empiezo ."
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora :
"Jamás se logrará lo que queremos ."
Quien aún esté vivo no diga " jamas ".
lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados .
¿ Quien puede atreverse a decir " jamas "?
¿ De quién depende que siga la opresión ? De nosotros .
¿ De quién que se acabe ? De nosotros también.
¡ Que se levante aquel que está abatido !
¡ Aquel que está perdido , que cómbata !
¿ Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.
Loa a la dialéctica (1932) .
BERTOLT BRECHT .
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza : "Todo seguirá igual."
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación:" Ahora es cuando empiezo ."
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora :
"Jamás se logrará lo que queremos ."
Quien aún esté vivo no diga " jamas ".
lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados .
¿ Quien puede atreverse a decir " jamas "?
¿ De quién depende que siga la opresión ? De nosotros .
¿ De quién que se acabe ? De nosotros también.
¡ Que se levante aquel que está abatido !
¡ Aquel que está perdido , que cómbata !
¿ Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.
Loa a la dialéctica (1932) .
BERTOLT BRECHT .
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